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La compañía de transporte aéreo quiere crear un vehículo autónomo con capacidad para despegue vertical. Sería utilizado tanto para pasajeros como el tráfico de mercancías.

Boeing ha informado que el prototipo de su auto volador, el PAV (vehículo de pasajeros aéreo), ha cumplido su primera prueba con modestos pero significativos resultados. El ingenio se mantuvo suspendido en el aire brevemente. Puede parecer poco, pero lo conseguido es un gran avance para el desarrollo de vehículos autónomos que sean capaces de despegar y aterrizar verticalmente.

Las pruebas se realizaron en el aeropuerto de Manassas, Virginia, Estados Unidos. El vehículo, que tiene un largo de 9 metros, es un curioso híbrido con un diseño que combina alas de avión, hélices como las de un helicóptero y la forma de un drone de uso civil. John Langford, presidente de Aurora Flight, subsidiaria de Boeing, señaló al respecto: “Así es como luce una revolución, y se produce por la autonomía”.

Uno de los puntos críticos en el futuro de este tipo de vehículos es la seguridad. La compañía es consciente de que debe resolver como se integrarían estos autos voladores con el tráfico aéreo tradicional. Por dicha razón Boeing está trabajando con la empresa SparkCognition y la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos para desarrollar un sistema de manejo de tráfico para autopistas en tres dimensiones, así como un esquema regulatorio que permitiría olas de vehículos autónomos moverse con seguridad cerca de edificios.

El objetivo de Boeing es conseguir un auto volador con una autonomía cercana a los 80 kilómetros. También se planea realizar pruebas para una versión de transporte de mercancías con una capacidad de carga de hasta 225 kilos.  

La empresa espera que este desarrollo le permita ser un actor fundamental en la revolución del transporte urbano y los servicios de entregas. Una de las competidoras en este objetivo es Airbus, una compañía con la que Boeing rivaliza en la industria del aerotransporte.

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