El sistema utiliza la impresión 3D y el grabado de datos en moléculas de ADN. La idea es, entre otras opciones, crear objetos cuyo material mantenga la memoria de como fueron creados.

Una investigación publicada en la revista de divulgación científica Nature ha postulado la posibilidad de almacenar grandes cantidades de información en casi cualquier objeto.

La técnica fue desarrollada por un grupo de científicos israelíes y suizos y se inspira en lo que ocurre con el ADN en los seres vivos.

Los datos se almacenan en moléculas de ADN dentro del material de los objetos que se desean crear.

Estas instrucciones podrían permanecer intactas durante décadas, incluso cientos de años y extraerse sin problema.

Historia de dos (o muchos más) científicos

El método de almacenamiento de datos es un desarrollo que involucra a varios científicos, uno de ellos es Robert Grass, co autor de la presentación. Grass ha desarrollado un sistema que permite imprimir una especie de código de barras en el ADN, lo que entre otras opciones puede ser utilizado para el seguimiento de productos agrícolas.

Yaniv Erlich, otro de los responsables de la presentación, fue quien desarrolló un sistema que en teoría haría posible grabar 215 mil terabytes en un gramo de ADN.

Como conejos

Una vez que unieron sus esfuerzos los científicos intentaron imprimir en 3D la figura de un conejo que contuviera las instrucciones de su impresión. Y en efecto lograron dicho objetivo.

Acto seguido los científicos imprimieron un segundo conejo utilizando las instrucciones extraídas del primer conejo.

Esta operación pudo repetirse en unas cinco ocasiones.

Un mundo de posibilidades

Algunas de las posibilidades que el conjunto de técnicas empleadas ofrece son obvias, otras algo más increíbles. Erlich apunta que esta forma de guardar información en el ADN permitiría el almacenado en forma líquida.

Lamentablemente la técnica todavía es costosa, aunque se espera que se abarate con el tiempo.