Los desarrolladores de dicha compañía han logrado que las unidades de inteligencia artificial actúen como un equipo efectivo en partidas de captura de la bandera. En mapas desconocidos para ambos bandos han superado a los equipos humanos.

El equipo detrás del proyecto de desarrollo de inteligencia artificial DeepMind se ha caracterizado por enfocarse en los juegos como un medio eficaz para guiar su trabajo. La empresa, que pertenece a Google, ya ha incursionado en el mundo del Go, el Ajedrez, y más recientemente los videojuegos complejos como Starcraft 2.

Ahora le ha llegado el turno a los juegos de disparos, pero no se trata solamente de crear un bot que pueda actuar de forma inteligente, sino de uno que pueda formar parte de un equipo.

El juego elegido para este desafío ha sido Quake III. Los resultados del trabajo fueron publicados recientemente en la revista Science.

El sistema utilizó unidades de inteligencia artificial conocidas como agentes para representar los distintos jugadores del juego. Esta unidades pueden jugar compitiendo entre sí o contra oponentes humanos.

Deepmind entrenó a estos jugadores durante unas 450 mil rondas del modo captura de la bandera, lo que equivale a unos 4 años de juego que fueron completados, gracias a la velocidad de cómputo, en unas pocas semanas.

Los agentes comenzaron con movimientos al azar pero a través de las partidas fueron refinando el modo en que actuaban y creando estrategias.

Luego de adquirir el conocimiento necesario se los enfrentó a jugadores humanos. Como es lógico los movimientos y tiempos de reacción se ajustaron para que la competencia fuera justa. Según la presentación en los casos en los que se compitió en mapas en los que ambos equipos eran nuevos, los agentes excedieron la tasa de victoria de los seres humanos.

Una de las cualidades más interesantes de los agentes es que demostraron poder adaptarse a compañeros con habilidades arbitrarias. Desconocemos si los agentes culpan al LAG cuando pierden.

Utilidad

Además de ser un interesante desarrollo para el futuro de los videojuegos, las habilidades descubiertas en este proyecto podrían ser empleadas en otros campos. Entre los ámbitos considerados se encuentran el transporte automatizado y el trabajo de robots dentro de un depósito.