La empresa mantiene una postura de no interferencia en la política. Sin embargo esto ha llevado al descontento de muchos de sus empleados.

Cuando Twitter marco las publicaciones de Donald Trump como nocivas por incitar a la violencia, Facebook las mantuvo tal como estaban en línea con la postura de su fundador, que a menudo ha señalado que su compañía no puede convertirse en el árbitro de Internet.

Pero esta línea editorial promovida por Mark Zuckerberg parece no caer del todo bien entre los empleados de la compañía. Docenas de trabajadores han realizado una protesta virtual, aunque con consecuencias reales.

Los empleados decidieron dejar de trabajar durante un día para apoyar las protestas contra la discriminación racial en Estados Unidos. Una problemática que ha vuelto a saltar al primer plano de los medios y la sociedad luego del asesinato de George Floyd, un hombre de raza negra, a manos de un policía.

Una posición difícil de mantener

Muchos empleados creen que ante la escalada en la represión policial a las protestas callejeras, y los actos de incitación a la violencia del Presidente de los Estados Unidos, la posición de la empresa se vuelve cada vez más insostenible.

En las comunicaciones internas muchos han manifestado sentirse tristes y avergonzados.

En respuesta la empresa ha señalado que entiende los sentimientos de sus empleados, en especial los de la comunidad afroamericana, y que los alienta a hablar abiertamente si están en desacuerdo con el liderazgo de la compañía. También señaló que las decisiones son difíciles y se aprecian las opiniones honestas.

Twitter

Por su parte, Twitter parece haber redoblado su enfrentamiento con Donald Trump. Su CEO, jack Dorsey, también ha aprovechado la red social para posicionarse políticamente.