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La supercomputadora japonesa analizó más de 2000 alternativas. Para ello realizó simulaciones de comportamiento. El trabajo tardó unos 10 días.

Hace unos días les contamos sobre Fugaku, la nueva reina de las supercomputadoras construida en Japón.

Una de las primeras tareas a la que esta instalación informática fue dirigida fue el análisis de modelos de diseminación de virus en espacios relacionados con el transporte público.

Algunos de nuestros lectores apuntaron que bien podría utilizarse el poder de computo para buscar una cura a la enfermedad. Al parecer esa posibilidad estaba contemplada o se consideró rápidamente. La investigación ya ha sido realizada y arrojado unos primeros resultados.

El trabajo le ha tomado a Fugaku 10 días, su predecesora en el instituto Riken, la supercomputadora K, habría necesitado un año.

Resultados

Fugaku analizó más de 2000 drogas, incluyendo algunas que se utilizan para el resfrío y otras para el tratamiento del cancer.

La característica común de las medicinas consideradas fue su capacidad para bloquear las proteinas del SARS COV 2. Esta cualidad es la que se sabe impide la reproducción del virus.

La evaluación consideró el tiempo durante el cuál se mantenía la conexión.

Fugaku ha identificado una treintena de medicaciones existentes que podrían emplearse para combatir el COVID-19. De este conjunto 12 son opciones que ya están en la consideración de los grupos de investigadores alrededor del mundo. Lo interesante es que el resto son nuevas alternativas.

La que obtuvo el segundo lugar fue la Niclosamida, que normalmente se emplea como antiparasitaria.

En la imagen, la droga Niclosamida en rosa uniéndose a las proteínas del virus que provoca el COVID-19 en la simulación de Fugaku.

Sin embargo, la medicación con mayor potencial no ha sido probada en este ámbito aún. Se trata de una droga japonesa cuyo nombre no ha sido revelado por un problema con la patente. Justo lo que necesita la investigación científica contra la pandemia, problemas legales.

Los investigadores esperan poder trabajar con la empresa que produce la droga y realizar pruebas clínicas.

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