Un reciente estudio realizado por el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento reveló que la implementación de Inteligencia Artificial en Argentina podría llevar al país a un crecimiento del 4,4% durante la próxima década.

Contrario a lo que podría pensarse, este crecimiento no estaría limitado a las industria de alta tecnología, sino que involucraría a una gran variedad de sectores. Las IA podrían ayudar a reducir costos, integrar los distintos sistemas dentro de una empresa, mejorar el uso de los datos y brindar una mejor atención a los clientes entre otros beneficios. En Argentina el interés por la implementación de esta tecnología ha crecido enormemente en los últimos años.

Para la elaboración del documento se realizó un ejercicio de simulación en el que se plantearon tres escenarios para la implementación de las IA. Uno de ellos era negativo, otro neutral y otro positivo basado en el comportamiento histórico de la Argentina frente a las nuevas tecnologías.

Negativo

En este escenario el país no cumple con el ritmo histórico con el cual ha adoptado las nuevas tecnologías. No se adopta la IA y no se produce una automatización de tareas.

Neutral

En este escenario Argentina adopta la tecnología al mismo ritmo que lo hizo con las TIC de tercera generación. Hay un efecto de automatización suave. Se acelera el crecimiento económico pero sin efecto innovación.

Positivo

En el escenario positivo el ritmo de adopción de tecnología es superior en un  al histórico. El efecto de automatización más marcado y la innovación genera la mitad del crecimiento que las PTF lograron para las economías asiáticas durante la tercera revolución industrial.

Otras consideraciones

Cabe destacar que en los tres casos los resultados finales fueron buenos, con crecimientos del 2%, 3,7% y 4% respectivamente. Los escenarios tuvieron en consideración los aumentos de empleo y acumulación de capital esperados para el país. Estos son los considerados como claves para el crecimiento a largo plazo de la producción agregada de la economía. Sin embargo, el estudio no ha puesto en juego otros factores como los desastres climáticos, los conflictos sociales o el accionar de la política.

El documento puede consultarse aquí.