Esta es la conclusión a la que ha llegado un grupo de investigadores de Apple. Las personas más conversadoras prefieren obtener respuestas más amplias y las menos conversadoras respuestas más simples.

Los asistentes digitales son una de las herramientas en las que la inteligencia artificial demuestra sus beneficios más inmediatos y cotidianos. Pero a pesar de toda la tecnología y conocimiento aplicado, el diseño y el estilo son claves para la impresión que el usuario obtiene al utilizar este recurso.

Los investigadores de Apple han presentado un trabajo de investigación para la conferencia Interspeech 2019, realizada en Austria, en el que se considera la importancia de los tonos y manerismos utilizados por las inteligencias artificiales.

En el documento, Mirroring to Build Trust in Digital Assistants, se señala que la simpatía y confianza que despierta un asistente mejoran cuando se imita el nivel de expresividad del usuario. Las características necesarias para esta imitación pueden extraerse a través de la identificación de patrones en el discurso de los usuarios.

Estudio

Los investigadores utilizaron un grupo de 20 personas a las que se les pidió completar un cuestionario que tenía como objetivo descubrir su personalidad y expresividad. La expresividad (Chattiness) fue definida como la forma en la que habla una persona en relación a la densidad de información, si es más concisa o más amplia al expresarse.

A los participantes se les pidió realizar pedidos verbales, recordatorios, consultas del tiempo, etcétera, frente a un televisor operado por uno de los investigadores. Las respuestas ofrecidas fueron diseñadas para ser variaciones del nivel de expresividad. Los participantes calificaron las respuestas. Luego se realizó una segunda ronda de preguntas y respuestas pero en esta ocasión fueron las personas las que respondieron y fueron calificadas según su expresividad.

Conclusiones

El 70% de los participantes prefirió a los asistentes más locuaces. En general las personas más conversadoras prefirieron a los asistentes más conversadores y las menos conversadoras a los menos conversadores.

Las conclusiones pueden parecer obvias, dado que las personas tienden a ver con mayor simpatía a quienes se les parecen. Sin embargo esto no siempre se traslada a todas las situaciones. Lo más interesante es la idea de un asistente personal aprendiendo de nuestra conversación hasta hablar como nosotros.