Los ejercicios realizados en un ambiente controlado y un entorno 3D simulado han ayudado a varios pacientes a mejorar sus habilidades motrices.

Una nueva técnica desarrollada por los investigadores de la Universidad de Utah ha logrado mejorar las funciones motrices de 10 pacientes con Parkinson que entrenaron 3 veces por semana durante 6 semanas.

El tratamiento involucra el uso de un juego de realidad virtual. El paciente se ubica sobre una cinta para correr como las que se encuentran en los gimnasios. Un arnés y un poste los mantienen sujetos a una plataforma que les da mayor estabilidad. El paciente también lleva una serie de sensores en la cabeza, la ropa y el calzado. Frente a él se ubica una pantalla semi circular sobre la que se proyecta el escenario.

El ejercicio

Las primeras tareas que se les piden son sencillas, caminar de forma recta a través de un campo o tomar una curva del camino. Pero luego se van combinando estos ejercicios para que puedan realizar recorridos que, aunque parecen sencillos, implican un gran desafío para quienes padecen esta enfermedad.

Luego de caminar se pasa a correr, caminar en diagonal, aumentar y reducir la velocidad o moverse de forma lateral.

Razones de los beneficios

Los desarrolladores creen que la actividad repetitiva ha ayudado a que la memoria muscular se active y se proteja contra el deterioro.

La principal ventaja del sistema es que los obstáculos se presentan en un espacio controlado y seguro. Los participantes han disfrutado la experiencia señalando que además de ser un buen ejercicio les resultó una actividad entretenida.

Aunque todavía no se conoce de forma plena el modo en que la enfermedad actúa sobre las capacidades motrices, se ha descubierto que la actividad física puede ayudar a combatir sus efectos.